¿CUÁNTO VALE MI EMPRESA?
En muchas ocasiones nos preguntamos ¿por cuánto podría vender mi empresa? Esta pregunta nos la hacemos cuando estamos cansados de luchar diariamente con los clientes, los proveedores, los trabajadores, la Seguridad Social, la Hacienda Pública, etc., si bien en otras ocasiones simplemente por cansancio y no tener sucesión familiar o por otro motivos diferentes. Sea cual fuere el motivo de nuestra interrogación, no modifica el valor de la empresa.
Solo pretendemos dar una pequeña orientación, que ni mucho menos supone una lección de valoración de negocios.
Desde un punto de vista técnico el sistema generalmente admitido es el sistema conocido como “descuento de flujos de caja”. Consiste fundamentalmente en hacer una estimación de los futuros flujos de tesorería esperados en la empresa y actualizarlos financieramente, actualización que se realiza a un tipo de interés que contenga tanto las expectativas de tipo financiero como de riesgo empresarial.
Quizás este sistema, en las pequeñas empresas, sea complicado de aplicar debido a la falta de información financiera necesaria para llevarlo a cabo. En este caso podremos recurrir a sistemas más sencillos como es la actualización (descuento financiero) de los resultados futuros esperados. Este parámetro para el pequeño empresario es más fácil de estimar.
Si este sistema anterior tampoco satisface nuestras necesidades, siempre hay una lógica empresarial que es aplicable. Pongámonos en la silla del comprador, en vez de estar sentados en la silla del vendedor. ¿Cuánto estaríamos dispuestos a pagar si tuviéramos que comprar nuestro propio negocio? Este cálculo puede ser más difícil de hacer comprender a terceras personas, es más intuitivo, conozco perfectamente mi negocio y sé lo que puede dar de sí y a qué riesgos futuros se va a enfrentar. Solamente como orientación, indicar que teóricamente se considera adecuada la inversión en la compra de una empresa, si somos capaces de recuperarla (pay back) en un plazo que oscila entre 5 y 7 años.