PLANES DE PENSIONES PARA TRABAJADORES AUTÓNOMOS
El Real Decreto 668/2023, de 18 de julio, modifica el Reglamento de planes y fondos de pensiones, impulsando las aportaciones a los planes de pensiones para los trabajadores autónomos, bien sean empresarios individuales o autónomos societarios.
Hasta este momento la máxima deducción en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas correspondía a una aportación de 1.500 € anuales, mediante la modificación mencionada la situación de los trabajadores autónomos ha variado. Para ello es necesario que los autónomos se acojan a los nuevos planes de pensiones simplificados, planes específicos que cumplen con la nueva normativa legal y han aparecido en el mercado creados por multitud de entidades financieras y aseguradoras, de tal suerte que con esta modificación fiscal los autónomos pueden ampliar notablemente su desgravación.
Con la nueva regulación de los planes de pensiones de empleo para autónomos se puede alcanzar una deducción total de la base imponible de hasta 5.750 euros, que comprende los 1.500 euros de cualquier contribuyente más 4.250 euros de aportaciones de trabajadores autónomos a estos nuevos planes.
Otra de las ventajas que aporta la nueva normativa es que es indiferente que la aportación sea realizada desde la cuenta de la sociedad o bien si aporta desde una de titularidad propia, ya que se considerará aportación y no contribución empresarial, si bien en el primer caso supondrá para el beneficiario una retribución en especie.
Este nuevo sistema de planes de pensiones simplificados permite buscar la mayor rentabilidad en la medida que cada partícipe pueda seleccionar una inversión personalizada para su edad y adaptada a su horizonte temporal, de tal suerte que pueda seleccionar planes de pensiones con diferentes exposiciones a la renta variable, pudiendo elegir aquellos que se vayan reduciendo paulatinamente a la vez que se irá incrementando la parte de renta fija a medida que se aproxime a la edad de jubilación del cliente, reduciendo al máximo la volatilidad y riesgo en el momento del cobro del plan de pensiones.
Esta deducción puede alcanzar hasta un 47%, dependiendo Comunidad Autónoma del contribuyente, así como de las circunstancias económicas y personales del partícipe.
