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EL FACTORING COMO MEDIO DE FINANCIACIÓN DE LA EMPRESA

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La empresa ya ha tenido que soportar la financiación previa de todos los elementos que intervienen en la elaboración de sus productos o en la prestación de servicios. Ha tenido que soportar la financiación desde la adquisición inicial del inmovilizado para su actividad económica, la compra de las materias primas y otras necesarias para la producción de sus bienes, ha financiado durante el proceso de fabricación los costes de personal y todo tipo de gastos directos e indirectos necesarios. Llegado el momento de realizar la venta de sus productos o prestación de servicios se le plantea un nuevo problema, primero vender (harto difícil en muchos casos) y luego convertir en tesorería las ventas realizadas.
Uno de los problemas habituales dentro de la empresa es hacer líquida la facturación realizada. El factoring es un método valido para hacer frente a esta situación.
Según indica el Diccionario Económico de El Economista el factoring “es una vía que tienen las empresas para adelantar el mecanismo de cobro. Se trata de un contrato por el que una persona o empresa cede los créditos derivados de su actividad comercial a otra, que se encarga de gestionar su cobro”.
Existen diferentes tipos de factoring en función del riesgo que asuma la sociedad de Factoring, que se conocen como Factoring sin recurso y Factoring con recurso.
El Factoring sin recurso es aquel que la sociedad de Factoring asume el riesgo de la operación, sin poder repercutir el impago de la factura al cedente del crédito, mientras que el Factoring con recurso, supone que la sociedad de Factoring puede reclamar tanto al deudor como al cedente del crédito.
Los servicios que prestan las sociedades de Factoring pueden ser diversos, destacando, entre otros, los siguientes:
1. Cobertura del riesgo de insolvencia del deudor, en aquellas ocasiones que se haya pactado un factoring sin recurso.
2. Servicio de gestión de cobro.
3. Financiación para la empresa mediante el adelanto del monto de la factura respecto a la fecha de vencimiento de la misma.
4. Utilización de este método tanto para facturación nacional o doméstica como para facturación internacional.
5. Aplicación del Forfaiting para los exportadores de mercancía, que consiste en el adelanto al exportador del valor de las ventas que realiza en el extranjero, que a su vez ha aplazado la fecha de vencimiento a sus clientes.
Es lógico pensar que el coste financiero de esta vía es algo más cara que la financiación habitual conocida en términos habituales como “descuento de papel comercial”. Si se hace una pequeña comparación entre los métodos, podemos indicar las siguientes diferencias:
– El documento base para el “factoring” es la factura, mientras que para el “descuento del papel comercial” nos fundamentamos en el instrumento de cobro, sirviéndonos un ejemplo el pagaré que nos entrega nuestro cliente.
– La gestión de cobro en el “factoring” es total, sin embargo en el otro método la podemos calificar de exclusiva presentación al cobro.
– Posible asunción del riesgo de impago en aquellos casos que este pactado el “ factoring sin recurso”.