El EBITDA
En muchas ocasiones hemos oído hablar del término EBITDA, pero no conocemos con precisión su significado. Es una expresión con origen en Estados Unidos, “earnings before interest taxes depreciation and amortization”. Por tanto se estima mediante una simple aritmética consistente en añadir a los resultados netos de la empresa los intereses, los impuestos sobre beneficios y las depreciaciones contabilizadas. No deja de ser una forma rápida de analizar la capacidad de generar fondos que tienen una entidad. Este término se utiliza hoy en día con habitualidad en todos los procesos de compraventa de empresas, sin que lo debamos confundir con el estado de flujos de efectivo indicado en el Plan General de Contabilidad. Mientras que este último estado es histórico, casi todos los profesionales del ámbito financiero vienen utilizando el EBITD para realizar previsiones futuras financieras. Muchos partidarios del EBITDA piensan que es un indicador de rentabilidad más lógico y estable que muchos de los que aparecen reflejados en la cuenta de pérdidas
